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Decálogo para antes de firmar un préstamo
Colaboración Pilar Haché, experta en finanzas Ilustración R Vi
1.Reflexiona los motivos que te llevan a contratar el préstamo. Asegúrate de que se trata de algo que realmente tienes planificado adquirir y financiar, no lo que está de moda o para cumplir con los cánones que la sociedad impone. Debe ser algo por lo que valga la pena pagar una cuota mensual durante uno o varios años de tu vida.
2.Analiza tu situación actual. En términos financieros, debes evaluar el perfil de tus ingresos y tu patrón de gastos para determinar el monto que te queda disponible para asumir la cuota del préstamo. Generalmente se recomienda que el total de las cuotas que pagas por préstamos no exceda el 35% de tus ingresos netos de impuesto sobre la renta.
3.Revisa tu historial. Las instituciones financieras toman en consideración el pasado de las personas que solicitan un préstamo. Si has tenido un buen comportamiento con el manejo del crédito al que has tenido acceso, por ejemplo con tus tarjetas de crédito, mejor será el score o calificación crediticia que te otorgarán los burós de crédito. A mayor calificación crediticia es más probable que la institución financiera te apruebe el préstamo y que puedas negociar una menor tasa de interés. Con cierta frecuencia, y especialmente antes de solicitar un préstamo, debes revisar qué ha pasado con tu historial crediticio, con el fin de monitorear tu calificación y solicitar la corrección de cualquier información errónea que se haya incluido en el mismo. Puedes visualizar, de forma gratuita al menos una vez al año, tu historial en los dos burós de crédito que operan en el país, DataCrédito y Transunion.
4.Evalúa y compara diferentes ofertas en el mercado. Infórmate, de manera detallada, sobre las condiciones de los préstamos en varias instituciones financieras, así como de la calidad del servicio que brindan. Compáralas para que puedas elegir la alternativa que mejor se ajuste a tus necesidades.
5.Calcula el costo total del financiamiento. Evita cometer el error de considerar sólo la tasa de interés al momento de evaluar el costo del financiamiento. La institución financiera puede incluir cargos y comisiones cobrados al momento del desembolso, durante la vida del préstamo o al momento de realizar el saldo final. Estos pueden incluir gastos legales, pólizas de seguros, penalidad por saldo anticipado o abono al capital, entre otros. Esto encarece el préstamo, por lo que el costo de financiamiento pagado es mayor que la tasa de interés promocionada por el banco.
6.Toma en cuenta que las tasas de interés pueden variar. Si bien es posible fijar la tasa de interés durante la vida del préstamo o parte de ella, en la mayoría de las ocasiones la tasa puede variar atendiendo al mercado. Antes de comprometerte con el banco, evalúa si puedes asumir una mayor cuota del préstamo provocada por un aumento en la tasa de interés.
7.Ten cuidado con el plazo. Evita el préstamo por un tiempo más largo del necesario por la ilusión de pagar una cuota menor, pues mientras mayor sea el plazo más intereses pagarás. Este tema es especialmente relevante si vas a contratar un préstamo hipotecario, pues podrían ofrecerte plazos de pago de hasta 30 años.
8.Crea una reserva para manejar imprevistos. Siempre recomiendo mantener un fondo de emergencia para manejar situaciones imprevistas, como una reparación significativa de tu vehículo, la pérdida de empleo o un tema de salud. Esta previsión es aún más importante si tenemos un compromiso mensual con la cuota de un préstamo; debería cubrir al menos el monto equivalente a dos cuotas mensuales.
9.Elige cuidadosamente la garantía o el garante. En algunos casos, la entidad financiera puede solicitar una garantía o garante solidario. No utilices tus ahorros, pues estarás pagando intereses por utilizar tu propio dinero. Tampoco presentes como garantía un activo que no te puedas dar el lujo de perder en caso de que, por alguna situación imprevista, no puedas cumplir con tus compromisos. Si le vas a pedir a algún familiar o amigo que te sirva de garante, toma en cuenta la magnitud de lo que le vas a pedir. Si acepta, respaldará tu obligación con el banco y deberá pagar cualquier suma de dinero ante la que no puedas responder.
10.Finalmente, antes de firmar, lee con detenimiento el contrato. Muchas personas firman los contratos sin haberlos leído. Lee los términos y condiciones plasmados en el documento y asegúrate de que entiendes todo lo que dice. Identifica cualquier cargo adicional que no te hayan explicado anteriormente y pide aclaración al ejecutivo bancario de las estipulaciones que no entiendas, así evitarás sorpresas en el futuro.