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Confesiones de una “mala madre”

Confesiones de una “mala madre”

Airam Toribio

Si viste el filme Bad Mom (mala madre), sabes de lo que estamos hablando. El término no va de ser realmente una mala madre, sino, de darte el permiso de no encajar en la ideología de la mamá perfecta, y lo más importante, saber que para que tus hijos estén bien, primero tú debes estarlo.

Por Alexandra G. Roca 

 

La realidad es que el hecho de intentar y preocuparte por ser una buena madre, ya te hace una. No hay manuales, ni guión para este rol; no hay reglas perse, ni advertencias, pero sí muchos estándares sociales que, siendo realistas, ya están obsoletos… la maternidad de antes, ya no es la de ahora, porque la mujer de antes no es la de hoy en día.

Si bien es cierto, que los valores siguen intrínsecos, ya la maternidad se está dejando de percibir como un constante sacrificio en el que la madre queda rezagada en un segundo, tercer y cuarto plano. Claro, aún hay mucho camino que recorrer y batallas que ganar, pero no están solas. Acá le traemos varios ejemplos de situaciones en las que las mamás se sintieron culpables por tomar decisiones que para muchos las harían una mala madre sin serlo.

 

Leticia Camarena 

Madre de Agatha (2años) – Enzo (1 año)

Algunos días en los que estoy muy agobiada por los niños, el trabajo, la casa y todo en general, me voy a mi oficina aunque no tenga mucho trabajo que hacer y termino viendo series en esa tranquilidad. A veces me da un poco de remordimiento, pero realmente el desconecte me ayuda a que cuando regrese a mis deberes de madre presencial esté más relajada y pueda brindarles más amor y sobre todo, ser más paciente. Aprovecho además para comer un postre sin manitas invadiendo mis galletas. Las madres deben ser y estar felices para brindarles más amor y felicidad a sus hijos.

 

Vivianne Ho 

Madre de Vienna (6 años)

Pues para mí fue muy traumático no poder darle el seno 100% a mi hija. Hice lactancia mixta hasta los 6 meses y luego dejé de simplemente darle el seno porque no me salía mucha leche. Por mucho tiempo me sentí juzgada por la familia ni siquiera por mis amistades más cercanas. La presión fue más bien intrafamiliar lo que me resultó muy estresante y hasta el sol de hoy de solo pensar en eso hace que me sienta incómoda. ¡Normalicemos el simple hecho de que no todas podemos dar el seno exclusivamente y no por eso somos malas madres! Que si te meten presión la ignores porque al final del día es tu hijx y como madre sabes lo que necesita.

 

Ana Esther Domínguez

Madre de Jean Mateo (1 año)

Foto: Isabella Bonnelly

Tras varios largos meses sin poder beberme el café de la mañana en paz porque mi hijo se despierta tempranísimo, y con mucha energía, decidí ponerle el video de “Baby Shark” desde que me sirvo el café. Si se acaba la canción antes de terminar mi café pasamos a “La Vaca Lola”. En teoría, un bebé no debería ver pantallas porque le hace daño, pero más daño me estaba haciendo a mí comenzar mis días de mal humor con ese café frío.

 

Yanelish

Madre de Bali (1 año) y Zion (2 semanas)

Foto: Wendy Tactuk

Tengo dos anécdotas:

  1. Cuando Bali tenía tres meses mi esposo se ganó un viaje del trabajo por 4 noches en Aruba, nadie pensó que yo aceptaría porque, ¿por qué? “La bebé estaba muy chiquita” y estaba en lactancia exclusiva (risas). Me fui y lo disfrute demasiado: dormí, bebí, bailé… me recargué. Cuando llegué fui una madre mucho más feliz para mi hija. Y no, en ningún momento sentí culpa. Pienso que los hijos necesitan madres sanas y felices, no madres sacrificadas y sufridas. ¿Cómo le enseño a ser feliz, si yo no sé cómo serlo?

P.D: Antes de viajar me fajé a extraerme para asegurarme que tuviera suficiente leche en mi ausencia.

 

  1. Como primero que mi hija, ¡siempre! A mí me gusta comer caliente, y además tener hambre me pone de muy mal humor. Soy mejor madre cuando tengo la barriga llena (risas), así que aunque mi suegra me corte los ojos y me diga “¡¿Qué clase de madre eres?!”, yo me inmuto, me sonrió y digo: “Soy la clase de madre que sabe que para que mi hija esté bien yo debo estarlo”. Así que luego de tener la barriga llena y el corazón contento, tengo toda la paciencia del mundo para darle su comida.

 

Monika Leschörn

Madre de Milo (6 años), Galo (4años) y Luka (2 años)

Mientras respondo esto, estoy en unas mini vacaciones fuera del país junto a mi esposo, celebrando nuestro séptimo aniversario de casados, vinimos solos, dejamos a nuestros hijos con mi mamá y decidimos tomarnos este tiempo para descansar y disfrutar en pareja, y puedo decir con certeza que es la primera vez que lo hacemos sin que yo sienta culpa y tampoco sin juzgarme a mí misma. Anteriormente hubiera pasado el viaje martirizándome y pensando tal vez que una buena madre nunca se debería ir de viajes a disfrutar sin sus niños. Ahora lo escribo y solo me rio, ¡Qué necesario es desconectarse para ser la mejor mamá que puedo ser!

 

Susana Pujals

Madre de Lucas (4 años)

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Luego de tomar la decisión como familia de enviar a Lucas a las clases presenciales durante la pandemia, específicamente en octubre del 2020, hubo momentos donde sentí mucha culpa. Primero porque de por sí tomar esa decisión fue muy difícil para mí, sabiendo los riesgos que estábamos corriendo y asumiendo. Segundo porque hubo muchas opiniones en contra por parte de familiares y amigos cercanos, y puedo decir que eso sembró mucha incertidumbre en mí, y definitivamente me cuestioné como madre en varias ocasiones.

Pero hoy puedo decir que no me arrepiento y me siento conforme conmigo misma porque como madre, sé que hago lo que está a mi alcance para el bienestar de mi hijo. Pero tristemente la sociedad nos enseña diariamente que ser madre y sentir culpa deben ir a la par.

 

Ginna Fernández

Madre de Marcello (6 años), Mauro (2 años) y Giuliana (5 meses)

Después que tuve mi primer hijo y que tomé la decisión de volver a bailar me cuestionaron mucho si eso se veía o no bien, así como mi forma de vestir jovial. En ese momento me detuve a pensarlo, y fue cuando confirmé más quién soy. Como madre, mis prioridades cambiaron, así como mi agenda; pero mi esencia es la misma, y detrás de esta madre de 3 hay una mujer que sigue amando el baile y la moda; y ahora me gusta compartirlo con muchas mujeres más.

 

Karla Leschhörn

Madre de Santiago y Jorge (6años)

Recuerdo cuando los mellizos eran bebés y siempre me los llevaba para el súper, a ellos les encantaba acompañarme! Yo soy fiel creyente de que en este país tropical a los bebés hay que dejarles esos pies descalzos sin medias para que no pasen calor y menos con zapatos pues ni caminan, tenían unos 8 ó 9 meses. ¡Muchísimas veces me paraban personas a decirme que esos niños se iban a enfermar por andar sin medias con aquel calor!

En otro orden, yo muchas veces me quedo en el carro cuando llego a casa, para tener unos minutos más de paz y silencio antes de llegar al hermoso caos de mi casa llena de varones.

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