Le hice esa pregunta a una terapeuta que tuvimos en Diario Moda… “Estar plena es estar en paz con el mundo y consigo misma”, me respondió. Nunca lo había visto así. Si buscamos el significado de la palabra “plenitud” en el diccionario de la Real Academia Española, veremos esta definición: apogeo, momento álgido o culminante de algo. El de “plena”, en cambio, es más contundente: completa, llena. Así debes sentirte cuando estás en bienestar… en paz, un producto que aunque acabado puede reinventarse; un producto perfecto dentro de su propia imperfección.
Así me siento desde hace ya unos años, y se ha notado físicamente, pues me lo han dejado saber. No se lo debo únicamente al amor. No es el maquillaje o los productos que uses, o la ropa que te pongas (aunque hay que admitir que ayudan), es estar confortable dentro de tu piel, aunque tengas “marcas” que te demuestren, más que nada, que eres humana.
Algunas pueden pasarse gran parte de la vida buscando sentirse “completas” porque entienden –ya que así nos lo ha impuesto la sociedad– que como mujeres debemos cumplir ciertos roles en un tiempo pre-establecido: graduarnos, esperar por el hombre ideal (pero intentar ‘encontrarlo’ antes de los 30), casarnos, tener hijos… ustedes saben, ser la fotografía perfecta ante los ojos de los demás. Sin embargo, grandes cosas suceden cuando decidimos darnos el permiso de vivir la plenitud a nuestro propio ritmo. Quizá para muchas sea tener su propia empresa, o una familia feliz, que no significa que es perfecta; para otras, la plenitud vendrá determinada por el poder vivir nuevas experiencias a través de distintas culturas, o por desarrollarse más ya sea física, intelectual o espiritualmente.
¡No permitas que nada ni nadie robe tu plenitud! ¡Date la oportunidad y libertad de vivir los momentos a tu manera! Sólo así, a tu tiempo y el de Dios, lograrás sentirte plena… sin remordimientos, sin culpas, en bienestar. Y si a veces tienes dudas, si sientes caer o retroceder, recuerda que no estás sola. En Pandora, queremos acompañarte en tu trayecto, en tus procesos de este año, por medio de nuestras páginas.
Te deseo un 2018 lleno de dicha, de tranquilidad, de buena energía, de amor propio y muchas sonrisas, de gozo. ¡Que comience la fiesta!