Colaboración Kirssy Lorenzo, coach de vida / Ilustración: jennylipets
El principio básico por el cual se rige nuestro cerebro es el siguiente: a cada evento o situación que enfrentamos le damos uno de dos significados, ¿es bueno o es malo para mí? Si es bueno (placer) sentirás en tu cuerpo la descarga química que impulsará a que tus músculos se muevan y comiences a hacer lo que sea necesario para lograr lo que te propusiste. Si tu cerebro lo percibe como malo (dolor que para el cerebro el emocional es tan fuerte como el físico) entonces instintivamente te alejarás del estímulo que produce esta reacción.
No logramos nuestras metas porque hemos asociado más dolor que placer a la experiencia. Revisa de todas las que no has logrado, cuál es la más importante para ti. Con lápiz y papel a mano, siéntate a escribir todo lo negativo que asocias al proceso o al hecho de alcanzar ese objetivo. Busca todo lo que se te pueda ocurrir, indaga en lo más profundo de ti. Si persistentemente te haces la misma pregunta, tu cerebro te dará la respuesta.
Ahora, piensa en todo lo bueno que te estás perdiendo por no alcanzar la meta. Haz una lista. La clave aquí es que tu cerebro asocie más placer que dolor a alcanzarla. Cuando te des cuenta de todas las cosas buenas que van a ocurrir al lograrlas, tu cerebro hará el switch para moverte hacia ella.
¡Entra en acción!
Una vez adquirida esta nueva motivación has de entrar en acción. Muchas veces alcanzar una meta es tan agobiante que no te das el permiso de creer que es posible lograrla, esto también tiene mucho que ver con tu cerebro. El córtex prefrontal es el que gestiona tu agenda y tu tiempo. Pero este no sabe priorizar. Traducción: cuando dejas en tu cabeza una meta que es muy elaborada, y se une a todo lo que tienes que hacer, simplemente renuncias a ella.
Para evitar esta sensación de dolor para tu cerebro, enlista los pasos que componen alcanzar tu meta, y ve uno a uno, es decir, un paso a la vez.
¿Aún no has realizado las que te propusiste para esta etapa? No te preocupes, de acuerdo a un estudio de 2013 comisionado por la marca de desodorante Sure, en Inglaterra, tienes hasta los 37 años para realizarlas. La investigación reveló que para esta edad, las personas ya han logrado todas o la mayoría de sus metas de vida.
Cuando enlistas tus objetivos tienes un 75% de probabilidad de alcanzarlos. El éxito de que logres tus metas radica en cómo funciona tu cerebro.