Por Natalia Peralta Foto Fuente externa
Las alfombras rojas del 2018 han dado mucho que hablar…y no precisamente por los comentarios de cuál fue el mejor o el peor vestido.
En cambio, lo que ha concentrado toda la atención han sido los símbolos que en cada premiación se han utilizado para reivindicar y visibilizar causas feministas.
Recién estrenado el año, personalidades de la talla de Oprah Winfrey, Natalie Portman y Emma Stone se vistieron de negro en los Golden Globes bajo la consigna de Time’s Up. En esta alfombra roja, también destacaron los pins que muchos asistentes, como Justin Timberlake y Ewan McGregory, llevaron en la solapa de la chaqueta uniéndose a la protesta contra la discriminación sexista, el abuso sexual y el acoso.
Pocas semanas después, nos encontrábamos con las rosas blancas de los Grammys en apoyo a los movimientos Me Too y Time’s Up. Bordadas en el traje, decorando una chaqueta, utilizadas como pulsera, o mordidas (al mejor estilo Miley Cyrus), las rosas blancas sumaron a la industria de la música a esta oleada reivindicativa.
El caso más reciente fue el de la fiesta del cine español. La gala de los Premios Goya no se quedó atrás y se llenó con abanicos rojos que tenían impreso la etiqueta #Másmujeres, que denunciaba el desequilibrio entre mujeres y hombres en la industria del cine y pedía más presencia femenina en puestos de dirección y guion (responsables de elegir y contar las historias), en los apartados técnicos y en los cargos de responsabilidad.
Ropa negra, pins, flores blancas y abanicos rojos… todos estos símbolos han generado mucha expectativa con miras a la 90na edición de los Óscar, que este año se celebrará cuatro días antes del Día Internacional de la Mujer.
¿Se unirá la fiesta más importante del cine estadounidense a esta ola? Y si es así ¿cuál será su símbolo?