Les cuento. A principios de año, la hermana Tania Báez me preguntó si había terminado su libro, le comenté que no, pues estaba leyendo varios al mismo tiempo. Su respuesta: “Hay un tema de enfoque”. No tuvo que decir más, entendía perfectamente a qué se refería. Entonces, desde hace unos ocho o nueves meses, diariamente, presté más atención a lo que hacía, y me percaté de cómo empezaba a hacer algo y luego lo dejaba “semi-empezado” para iniciar otra tarea. Mi excusa: esto es más prioritario que lo otro, ahora. Y sí, habrá situaciones que sin estar en tus planes merecerán toda la atención, pero en mi caso, entendí que ciertamente había un tema de enfoque. Entonces me puse a prueba a mí misma, empecé a dar el valor y el tiempo a cada cosa. Ustedes dirán: “Ok Airam, pero, ¿qué tienen eso que ver con moda? Pues justamente, como en todas las profesiones e industrias laborales, con ella también debes enfocarte. Creo que ésta es una de las comunidades más pequeñas –comparados con Nueva York, Londres, Cibeles, París o Milán somos un granito de mostaza–, que se enfoca en lo que le apasiona. La Semana de la Moda de Nueva York fue ejemplo de ello. Diseñadores, estilistas, editoras de moda y blogueras se movilizaron. Lo comparé a un congreso médico, un curso de coaching o una feria para comprar y abastecer tu negocio. Allí encontrarás personas de tu país y del mundo, atraídos por un mismo sentir: aprender, actualizarse sobre lo que les apasiona, o en el peor de los casos, lo que le pagan por hacer.
¿En dónde radica la diferencia de los que hacemos moda, arte, con otras profesiones menos visuales? Que hemos encontrado en las redes sociales una herramienta de comunicación masiva al instante. ¿Dónde coinciden ésta y otras profesiones cuando buscan la excelencia? En el enfoque.
Desde hace años he decidido moverme hacia los temas que para mí cobran “vida” cuando los escribo: los relacionados a la mujer. En esta ocasión le tocó el turno a la moda, las tendencias, lo que usamos para gritarle al mundo quiénes somos.
Por eso, esta edición aplaude a los dominicanos que lo dan todo, que ante un “no”, las segmentaciones y los comentarios negativos deciden alzar vuelo y perseguir sus metas, esas hacia las que han decidido orientarse. Solo así, y con unidad, se construye una industria que pueda retumbar en los oídos del mundo.