Te pide ser su esposa. La euforia del momento no te deja pensar en nada más. Al día siguiente llega el bombardeo de preguntas: ¿Cuándo será? ¿Y las damas? ¿Cómo darás la noticia a todos?
El “Principito”
Infórmalo a tus padres y elige la fecha y hora de la boda. Si una de las parejas tiene hijos, también deben hacerlos partícipes de la decisión.
Contacta a la “wedding planner” o coordinadora.
Así la persona elegida puede iniciar el trabajo de coordinación y verificar la disponibilidad de la fecha en la iglesia y lugar de recepción, y reservar (iglesia).
Elige el buffet, bizcocho, mesa de postres y bebidas. Después de que tengas los suplidores de estas áreas, es válido pedir una prueba de menú y de bizcocho.
Investiga, conoce y selecciona al fotógrafo y encargado de video. Cuando tomes la decisión, procede a contratar los servicios de cada suplidor.
Realiza una cena para que ambas familias celebren.
Haz la lista de invitados y verifica con qué presupuesto cuentan para la boda, si los padres ayudarán o si les tocará por completo a ustedes.
Reserva el lugar de la recepción. Por supuesto, cuando ya estés segura de, que es el lugar que más te gusta y que se ajuste a tus necesidades y presupuesto.
Emociónate y comienza a ver y a medirte vestidos. Elige el cortejo y pajes. Luego de que tengas tu vestido, podrás ir viendo los colores y la moda para los trajes del cortejo. También podrás ver invitaciones e ideas para el maquillaje, peinado y otros detalles de tu ajuar.
Elige el concepto.
Inicia el proceso de creación del concepto, estilo, colores y detalles, entre otros, junto a la wedding planner, quien te ayudará a manejar de forma eficaz el presupuesto y los detalles de la boda, y programará las citas y visitas con los suplidores. También te ayudará con la elaboración de la lista de necesidades y la agenda.
Selecciona la música. Esto es tanto para la ceremonia como para la recepción. Podrás optar desde una orquesta, un cantante o un Dj. Hay quienes también se deciden por crear su propio playlist.